tag:blogger.com,1999:blog-212695742024-03-07T12:20:04.964-08:00El Tubo de EnsayoExtensión virtual del Taller de Ensayo Literario de la librería José Luis Martínez del FCE, en Guadalajara, MéxicoUnknownnoreply@blogger.comBlogger106125tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-20644959476662504422016-04-09T22:16:00.002-07:002016-04-09T22:16:54.168-07:00XXV edición del Taller de Ensayo Literario de la Joseluisa<div class="" style="color: #454545; font-family: Helvetica; font-size: 16px; line-height: normal; margin: 0px;">
El próximo <b class="">viernes 15 de abril</b> comenzará un nuevo ciclo del Taller de Ensayo Literario de la Librería José Luis Martínez del FCE. Será la edición número 25, luego de doce años de trabajo ininterrumpido.</div>
<div class="" style="color: #454545; font-family: Helvetica; font-size: 16px; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 19px;">
<br class="" /></div>
<div class="" style="color: #454545; font-family: Helvetica; font-size: 16px; line-height: normal; margin: 0px;">
El tema de esta edición del Taller será «El cultivo de la atención», un aspecto particularmente importante de la lectura y la escritura de ensayos. Para abordarlo, estaremos revisando algunas de las lecturas más significativas que, a lo largo de todo este tiempo, nos han acercado a las posibilidades que el ensayo abre para la imaginación, la inteligencia y la emoción.</div>
<div class="" style="color: #454545; font-family: Helvetica; font-size: 16px; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 19px;">
<br class="" /></div>
<div class="" style="color: #454545; font-family: Helvetica; font-size: 16px; line-height: normal; margin: 0px;">
El Taller está dispuesto para que se incorpore a él cualquier persona con el ánimo de escribir y leer de modos más fértiles, en un ambiente que privilegia la discusión constructiva y el encuentro gozoso con el que, desde el principio de esta empresa, venimos considerando como el más generoso de los géneros literarios.</div>
<div class="" style="color: #454545; font-family: Helvetica; font-size: 16px; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 19px;">
<br class="" /></div>
<div class="" style="color: #454545; font-family: Helvetica; font-size: 16px; line-height: normal; margin: 0px;">
Este ciclo tendrá una duración de cuatro meses (dieciséis sesiones semanales de dos horas), y el costo se mantendrá en $450 pesos al mes por persona, con la promoción habitual: quien desee cubrir el ciclo completo al principio, pagará sólo tres meses ($1,350 pesos). Habrá dos grupos: uno a las 17:00 y otro a las 19:00 hrs. Aquí está el programa de lecturas y trabajo, donde vienen todos los detalles.</div>
<div class="" style="color: #454545; font-family: Helvetica; font-size: 16px; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 19px;">
<br /></div>
<div style="display: block; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 12px auto 6px auto;">
<a href="https://www.scribd.com/doc/306964147/Taller-de-Ensayo-Literario" style="text-decoration: underline;" title="View Taller de Ensayo Literario on Scribd">Taller de Ensayo Literario</a></div>
<iframe class="scribd_iframe_embed" data-aspect-ratio="1.2941176470588236" data-auto-height="false" frameborder="0" height="600" id="doc_12878" scrolling="no" src="https://www.scribd.com/embeds/306964147/content?start_page=1&view_mode=scroll&access_key=key-gCsHiLHXr8SQ7IlBGEhQ&show_recommendations=true" width="100%"></iframe>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-2264672766692339752010-09-28T07:00:00.000-07:002010-09-28T16:51:33.596-07:00Joseph Brodsky en Venecia<div xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml">
<object height="350" width="425"><param value="http://youtube.com/v/UJq2Zp5BUmc" name="movie">
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Habrá que aprender ruso. O no, no por ahora. Por ahora hay que limitarse a escuchar: la cadencia de esa voz que deambula por la ciudad amada, su ira sosegada, luego el suave declive hacia la decepción o hacia el agua, luego otra vez su ascenso: ¿qué es lo que exalta? Los pasos de esa figura de hombros abatidos por la penumbra que el invierno pone en las calles. Las estatuas de ojos ciegos, los leones y su mudo rugido, la calidad de sueño o presentimiento que imponen esa voz y esa mirada entre luminosa y desconcertada.<br />Habrá que aprender ruso alguna vez.</div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-56570528405499533192010-04-20T10:10:00.000-07:002010-04-20T10:10:00.358-07:00W. G. Sebald: «Escribir es como el trabajo del sastre»<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzhPT0FZjJ7ernDzFkSe-gKTWZyuEGnPdwcu2zJRZ57mY-oAyDMoL8T7DsjLo43m1FJkVtWmp2oqO8xPPtKMWnG7IIfD8JM20v39ZwDMa1OCjmoESq_4O7ezUKJrNYzRxytNfn_w/s1600/Sebald.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzhPT0FZjJ7ernDzFkSe-gKTWZyuEGnPdwcu2zJRZ57mY-oAyDMoL8T7DsjLo43m1FJkVtWmp2oqO8xPPtKMWnG7IIfD8JM20v39ZwDMa1OCjmoESq_4O7ezUKJrNYzRxytNfn_w/s400/Sebald.jpg" width="336" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
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A propósito de la lectura de un pasaje de <i>Austerlitz</i> en el grupo de los viernes a las 19:00, algo para conocer un poco más del autor alemán:</div>
<ul>
<li><a href="http://www.ddooss.org/articulos/entrevistas/Sebald.htm">Una entrevista armada con fragmentos de varias conversaciones</a></li>
<li><a href="http://www.herreros.com.ar/melanco/sontag.htm">Un ensayo de Susan Sontag</a> </li>
<li><a href="http://www.magis.iteso.mx/content/w-g-sebald-el-viaje-la-desmemoria">Una breve semblanza</a></li>
</ul>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-28722505447954783712010-04-09T13:11:00.000-07:002010-04-09T13:11:09.381-07:00El mejor apátrida<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ5TwANewn4FWFirg3-NtRScn6SQkp5yGzkvKZvxx-WAllm0CmC8OLll7ZT8ob-C20GwFU8bIQV8nLV2EwJkJQpC13xxCFC5W3iqlzoLYiTLk1mRT-XLt5bxhCJ_KGOuB8kSLxDQ/s1600/Ribeyro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ5TwANewn4FWFirg3-NtRScn6SQkp5yGzkvKZvxx-WAllm0CmC8OLll7ZT8ob-C20GwFU8bIQV8nLV2EwJkJQpC13xxCFC5W3iqlzoLYiTLk1mRT-XLt5bxhCJ_KGOuB8kSLxDQ/s400/Ribeyro.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Porque fue muy breve el vistazo que echamos a las <i>Prosas apátridas</i> del peruano <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Julio_Ram%C3%B3n_Ribeyro">Julio Ramón Ribeyro</a>, aquí están completas, para quien se haya quedado con ganas de más. Gracias por el hallazgo a Paty Bazaldúa, del grupo de los viernes a las 19:00. <a href="http://dl.dropbox.com/u/3070978/Taller%20viernes%20B%20enero%202010/Ribeyro%20completo.pdf"><i>Click</i> aquí para descargar el libro íntegro.</a> </div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-77036129391882613072010-04-06T17:21:00.000-07:002010-04-06T17:33:49.882-07:00La casa de Jean Cocteau<object height="281" width="450"><param name="movie" value="http://culturebox.france3.fr/player.swf?video=14434">
</param>
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</param>
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</param>
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<div style="text-align: justify;">
Convendrá aprovechar lo que queda de vacaciones para ir a visitar la casa de Jean Cocteau. Y también para echar un vistazo a este ensayo suyo, que había quedado pendiente que leyéramos en el grupo de los viernes a las 19:00: es «De mi estilo», y, como los otros que conocimos, está incluido en el libro <i>De la dificultad de ser</i>. <a href="http://dl.dropbox.com/u/3070978/Taller%20viernes%20B%20enero%202010/Cocteau-De%20mi%20estilo.pdf">Pasen a descargarlo por aquí</a>.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-18685181521192709282010-03-05T13:00:00.000-08:002010-03-05T11:06:58.300-08:00Los mejores momentos<span style="color: #006600; font-size: 85%;">Éste es el ensayo del que hablábamos el viernes 26 de febrero, en el grupo de las 19:00 horas, y que recordó Mauricio Vaca a propósito de lo que sucede cuando el ensayista debe hacerse cargo de algo que le incumbe muy profundamente Ojo: conviene hacer la lectura con la canción de Bob Dylan como fondo: para ello, hay que hacer <span style="font-style: italic;">click</span> aquí:</span><br />
<object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=d793683" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object><br />
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<span style="font-size: 130%;">Mercedes Aceves Zúñiga</span><br />
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<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-style: italic;">Y en mi garganta, donde se pone la risa,</span><br /><span style="font-style: italic;">O la palabra o el té caliente,</span><br /><span style="font-style: italic;">Cada vez la nieve resuena más precisa,</span><br /><span style="font-style: italic;">Y como tu explorador, negrea un «adiós».</span><br /><br />Joseph Brodsky</span></div>
<br />
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<div style="text-align: justify;">
Terminaba agosto y empezaba otro mes con la semana. La mañana, recién bañada por la lluvia, hasta entonces sólo me había traído tiernos recuerdos en cada gota. Y ese día hermoseaba con la plácida conversación que mi madre y yo manteníamos en mi recámara, hasta donde cruzaba el ruido tímido de la lavadora, con la voz de Bob Dylan cantando «Knockin’ on Heaven’s Door», que nos impedía escuchar y pronunciar palabras no dichas. La canción hablaba y nosotras no escuchamos su advertencia ni el sonido de una bala que estalló enmudecida para nuestros oídos, apenas a dos metros de distancia. Si ahora me preguntan de qué hablaba esa mañana con mi madre, no sabría responder. Antes digo que fue plácida, porque la imagen rescatada es la de una jovencita que quizás coincide con su madre a pesar de las edades, pues sonríen concentradas en ese instante único en sus vidas, que se fue sin saber lo que nos dijimos, lo que nos hizo felices hasta la risa espontánea y provocó la cercanía premonitoria de un abrazo no dado: lo que yo pensaba de ella y ella de mí: lo que nos necesitábamos y nos queríamos, lo poco o mucho que la comprendía con sólo quince años de vida —pero con mucha observación. Parecía un momento feliz, no había lágrimas; no entonces. Las lágrimas son la pulpa de la tristeza, aunque algunas veces digan que son de felicidad. He gastado tiempo para encontrar otro momento igual, pero no he llegado al sitio donde se pescan esos instantes que no deberían interrumpirse, que no deberían ser tocados ni por el viento seductor que arrojan las olas en su «danza unánime», ni por la protección de los «campos celestiales» de Borges. Los mejores momentos deberían ser sagrados para los que logramos ese privilegio. Nada debería empañarlos, ni siquiera para advertirnos del siguiente, que será un mal momento. Si los escuchamos, su tiempo llegará anticipado, con la oportunidad malévola para destruirlo. Ese día, nuestro mejor momento hasta entonces, fue sacudido y vaciado de bellas palabras por el sonido de una garganta que se ahogaba en la sangre que bajaba desde su cabeza. El arma sobre el piso, incapaz de dispararse de nuevo, y la oscuridad que llegaba de a poco y no podía ser mejor descrita que en la canción que escuchábamos y que se repetía incansable en el tocadiscos, igual que el tenue y rítmico corazón moribundo confundido con el motor de la lavadora. Sólo entonces comprendimos que mi hermano había decidido cambiar su mal momento con la música preferida. Y que este momento se llevó nuestras palabras hasta el infinito de mi madre, así como de seguro se las llevará al mío.<br />
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-39007833149017954252010-02-05T12:57:00.000-08:002010-02-05T12:57:32.819-08:00Para ir a las «ciudades blancas» de Joseph Roth:<div style="color: #274e13;">
<b>Lyon, La Fourvière:</b></div>
<iframe frameborder="0" height="350" marginheight="0" marginwidth="0" scrolling="no" src="http://maps.google.com/maps?t=h&q=45.762149,4.822419&ie=UTF8&ll=45.762149,4.822419&spn=0.001781,0.004823&z=18&output=embed" width="425"></iframe><br />
<small><a href="http://maps.google.com/maps?t=h&q=45.762149,4.822419&ie=UTF8&ll=45.762149,4.822419&spn=0.001781,0.004823&z=18&source=embed" style="color: blue; text-align: left;">Ver mapa más grande</a></small>
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<div style="color: #274e13;">
<b>Vienne:</b></div>
<iframe frameborder="0" height="350" marginheight="0" marginwidth="0" scrolling="no" src="http://maps.google.es/maps?f=q&source=s_q&hl=es&geocode=&q=vienne+france&sll=48.209117,16.372375&sspn=0.431965,1.234589&g=la+vienne&ie=UTF8&hq=&hnear=Vienne,+Is%C3%A8re,+R%C3%B3dano-Alpes,+Francia&ll=45.525111,4.877694&spn=0.001774,0.004823&t=h&z=18&output=embed" width="425"></iframe><br />
<small><a href="http://maps.google.es/maps?f=q&source=embed&hl=es&geocode=&q=vienne+france&sll=48.209117,16.372375&sspn=0.431965,1.234589&g=la+vienne&ie=UTF8&hq=&hnear=Vienne,+Is%C3%A8re,+R%C3%B3dano-Alpes,+Francia&ll=45.525111,4.877694&spn=0.001774,0.004823&t=h&z=18" style="color: blue; text-align: left;">Ver mapa más grande</a></small>
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<b style="color: #274e13;">Tournon:</b>
<iframe frameborder="0" height="350" marginheight="0" marginwidth="0" scrolling="no" src="http://maps.google.es/maps?f=q&source=s_q&hl=es&geocode=&q=tournon&sll=45.089036,5.262451&sspn=1.830517,4.938354&ie=UTF8&hq=&hnear=Tournon-sur-Rh%C3%B4ne,+Ard%C3%A8che,+R%C3%B3dano-Alpes,+Francia&ll=45.068786,4.83076&spn=0.007154,0.01929&t=h&z=16&output=embed" width="425"></iframe><br />
<small><a href="http://maps.google.es/maps?f=q&source=embed&hl=es&geocode=&q=tournon&sll=45.089036,5.262451&sspn=1.830517,4.938354&ie=UTF8&hq=&hnear=Tournon-sur-Rh%C3%B4ne,+Ard%C3%A8che,+R%C3%B3dano-Alpes,+Francia&ll=45.068786,4.83076&spn=0.007154,0.01929&t=h&z=16" style="color: blue; text-align: left;">Ver mapa más grande</a></small>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-35284101038885162032010-01-30T11:29:00.000-08:002010-01-30T16:31:50.136-08:00Sólo un aficionado<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Maribel Mandarina</span> </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfjUcXU-juwQgP0IZxveMB9xEwCADDpvfYLblwI2EvPJseKrMhJaSrI1Hsj-S8cv82s8o_KTbXs6-W4OQiJq5TePT1Dl1d_ZbvS1ZPctGVQ3UaHXPS-j6uSjK9f_Uqayd_Ol1Now/s1600-h/Caba%C3%B1as%20OK.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfjUcXU-juwQgP0IZxveMB9xEwCADDpvfYLblwI2EvPJseKrMhJaSrI1Hsj-S8cv82s8o_KTbXs6-W4OQiJq5TePT1Dl1d_ZbvS1ZPctGVQ3UaHXPS-j6uSjK9f_Uqayd_Ol1Now/s320/Caba%C3%B1as%20OK.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
No tendría que trascender más que otra noticia de un pleito en un bar. Después de una noche amena, llega la madrugada traicionera. Sentí un ligero mareo cuando escuché: «Salvador Cabañas recibió un disparo en la cabeza». El coraje, la indignación e impotencia contra el agresor, las autoridades, los dueños del lugar, los parroquianos, la esposa con necesidad de ir al baño, los medios de comunicación y el mismo jugador que en día libre decidió divertirse, también se hicieron presentes. Prendí una veladora y salí a trabajar. No me atreví a pedir a mi papá que intercediera por él. Parecía algo tan trivial…<br />
Ser <i>fan</i> de un equipo de fútbol en México es, quizá, una de las primeras elecciones tomadas a temprana edad; es responsabilidad de los progenitores inculcar a sus hijos el amor por la camiseta que ellos mismos portan, pero, como siempre pasa, el hijo tomará su propio camino y decidirá aceptar o no la herencia. <br />
Con cierta sutileza nos daremos cuenta: un equipo de fútbol no se queda en los vestidores terminado el partido. Es difícil de creer, pero en torno a nuestra elección y grado de afición, se tomarán algunas decisiones, se fortalecerán lazos de amistad, compadrazgo y de familia, y por supuesto se ganará algún enemigo. Recuerdo en la secundaria cuando era tiempo del clásico América – Chivas, no se podía conversar con el aficionado rival sin fricciones, aun entre los más amigos. Era tiempo de guerra. El pizarrón se dividía en dos; cada equipo, por fortuna, tenía a su dibujante. El arte consistía en plasmar el poderío del equipo sobre su rival. Casi siempre era un ave desplumada o un chivo cocinado. En cuanto a los dibujantes, nunca hubo un ganador: los dos lograban siempre el objetivo de humillar al contrario.<br />
Parte de mi carácter se formó en estos enfrentamientos: aprendí a defenderme con las garras, el que pudiera soportar los embistes con mayor originalidad podía irse a casa sintiéndose triunfador, aunque el lunes se afrontara la derrota del equipo con las consiguientes burlas. Hubo quien terminó llorando, pero afortunadamente, en mi caso, desde el silbatazo final del partido mi director técnico me estaba dando la táctica a seguir.<br />
Mis amigas en ese tiempo eran de las Chivas, o aunque no lo fueran siempre estaban en contra del América, decisión que en cierto momento afectó su vida amorosa. Íbamos ya en tercero cuando ingresó a nuestro grupo un nuevo elemento. Se llamaba Joaquín: el chico era un sueño para muchas, una gran adquisición después de dos años y medio de convivencia con los mismos jugadores. Bueno, Joaquín era alto, güero, ojos azules y fornido (un poco insípido para mi gusto), todas querían tenerlo en su escuadra. Ese año, mis amigas rivales quisieron hacerle marca personal, pero fueron expulsadas de un solo tarjetazo: la infracción era resultado de una simple pregunta: «¿A qué equipo le vas?». No hubo disparo que no fuera rechazado por Joaquín —y he de decir, no fueron pocos— a él sólo le interesaban las americanistas. ¡Gooool!<br />
El jugador que yace en una cama de hospital afecta mis sentidos: no es mi pariente, ni mi amigo, para él no existo. Para él todos somos uno bajo el nombre de afición. Pero la sangre llama, el ave ha sido herida y el dolor se siente. Han sido años considerándolo como líder, han sido años en que lo hemos alabado en cada una de sus anotaciones y también han sido años mentándole la madre en sus fallas, así como sucede en las familias y con los amigos.<br />
He visto las imágenes de mis familiares desconocidos: lloran, cantan, gritan, se toman de la mano y dicen una plegaria. Me pregunto: ¿cuál es su historia? ¿Por qué les duele?<br />
La veladora se va consumiendo poco a poco. El destino no tiene la última palabra, el destino no se aparece con un arma en la mano, el destino no es el fin.</div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-2614413448962738422010-01-29T22:00:00.000-08:002010-02-01T22:03:49.798-08:00Samuel Pepys, bloguero<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuTcelWrxNCoJIYEfrQCRdhxHb6JoOhSxWMrntc8Wt2YPv0SxdtTnPuNPGB96S_8e69dlSH7PLS05PrP8PFkItaWtrJKHG-EJx5fdRvWaj7lirJW2Zahd3qG9HgVAw059uN1oL-Q/s1600-h/Pepys.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuTcelWrxNCoJIYEfrQCRdhxHb6JoOhSxWMrntc8Wt2YPv0SxdtTnPuNPGB96S_8e69dlSH7PLS05PrP8PFkItaWtrJKHG-EJx5fdRvWaj7lirJW2Zahd3qG9HgVAw059uN1oL-Q/s400/Pepys.jpg" width="287" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
«¿Qué diría usted de un hombre que odiase el deporte y prefiriera tocar la viola y el flautín; de un convidado lo bastante grosero como para desgarrar la carne con sus dedos pero lo suficientemente refinado como para dominar el latín, el francés o el español como si fuera su lengua materna; de un alto funcionario pasional que gesticulase sin ninguna discreción; de un gentleman irascible y violento que destrozara los muebles, diese un puntapié en el trasero de su cocinera y pusiera a su mujer un ojo a la funerala?». La pregunta es de Paul Morand, que prologó la primera edición en francés de los <i>Diarios (1600-1669)</i> de Samuel Pepys, uno de los miserables más entrañables que habrán existido. «Usted diría», contestó el francesísimo Morand, «sin duda, que tal hombre, si existió, no pudo haber nacido en el otro lado del Canal de la Mancha. Y sin embargo es un hecho: Pepys existió y era inglés».<br /> Ahora bien: no sólo existió: sigue escribiendo en su diario, sólo que ahora —claro— es un <i>blog</i>. Qué más da que la entrada más reciente, la del 1 de febrero, sea de 2010 o de 1666 Es un portento. Pasen ustedes, si son tan amables, a visitarlo <a href="http://www.pepysdiary.com/">por aquí</a>. </div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-24069466417035247902009-12-08T20:44:00.001-08:002009-12-08T20:44:43.016-08:00A propósito de Bergson y la risa<div xmlns='http://www.w3.org/1999/xhtml'><p><object height='350' width='425'><param value='http://youtube.com/v/jedd2FiZTqM' name='movie'/><embed height='350' width='425' type='application/x-shockwave-flash' src='http://youtube.com/v/jedd2FiZTqM'/></object></p></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-3189157824475415742009-09-25T08:28:00.000-07:002009-09-25T08:28:31.985-07:00Oliver Sacks: lo que las alucinaciones revelan acerca de nuestra mente<object width="446" height="326"><param name="movie" value="http://video.ted.com/assets/player/swf/EmbedPlayer.swf"></param><param name="allowFullScreen" value="true" /><param name="wmode" value="transparent"></param><param name="bgColor" value="#ffffff"></param> <param name="flashvars" value="vu=http://video.ted.com/talks/dynamic/OliverSacks_2009-medium.flv&su=http://images.ted.com/images/ted/tedindex/embed-posters/OliverSacks-2009.embed_thumbnail.jpg&vw=432&vh=240&ap=0&ti=637&introDuration=16500&adDuration=4000&postAdDuration=2000&adKeys=talk=oliver_sacks_what_hallucination_reveals_about_our_minds;year=2009;theme=speaking_at_ted2009;theme=new_on_ted_com;theme=the_creative_spark;theme=how_the_mind_works;event=TED2009;&preAdTag=tconf.ted/embed;tile=1;sz=512x288;" /><embed src="http://video.ted.com/assets/player/swf/EmbedPlayer.swf" pluginspace="http://www.macromedia.com/go/getflashplayer" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" bgColor="#ffffff" width="446" height="326" allowFullScreen="true" flashvars="vu=http://video.ted.com/talks/dynamic/OliverSacks_2009-medium.flv&su=http://images.ted.com/images/ted/tedindex/embed-posters/OliverSacks-2009.embed_thumbnail.jpg&vw=432&vh=240&ap=0&ti=637&introDuration=16500&adDuration=4000&postAdDuration=2000&adKeys=talk=oliver_sacks_what_hallucination_reveals_about_our_minds;year=2009;theme=speaking_at_ted2009;theme=new_on_ted_com;theme=the_creative_spark;theme=how_the_mind_works;event=TED2009;"></embed></object>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-47067707970290301292009-09-07T20:19:00.000-07:002010-02-08T13:21:45.082-08:00Kurt Tucholsky, cantado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv5Cl1-ceh7a-_3Kyn0x0SEmScS0HiycBnD50mJUoweehIwSOll7WQ2tf1p_ukXLIdRLKExOqUW-m9-S4NMgJqQLGA_qU-IfR6-oDL2p6mKt3QQYVQyt7o2QPRyT8T5VSaq3I_BQ/s1600-h/Tuchoslsky" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv5Cl1-ceh7a-_3Kyn0x0SEmScS0HiycBnD50mJUoweehIwSOll7WQ2tf1p_ukXLIdRLKExOqUW-m9-S4NMgJqQLGA_qU-IfR6-oDL2p6mKt3QQYVQyt7o2QPRyT8T5VSaq3I_BQ/s320/Tuchoslsky" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=ad1e5d8" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-1886959975841740102009-08-11T12:42:00.001-07:002009-08-12T20:18:50.623-07:00Mi amiga gaviota<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Lizeth Arámbula</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPsPiZrrxl4J8-W7LiC_UBKQ2dyBYxLvpoxqh9yn8ZqVwiH18R4Zh_jx7tRUpKZmpg5iVJEUIXcLyWJ7_tWSEFKmE5qBV9RQRLXlpkhlLhHSfTYYPjBe5fujccyILnToex7N5VtQ/s1600-h/Tiburones.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPsPiZrrxl4J8-W7LiC_UBKQ2dyBYxLvpoxqh9yn8ZqVwiH18R4Zh_jx7tRUpKZmpg5iVJEUIXcLyWJ7_tWSEFKmE5qBV9RQRLXlpkhlLhHSfTYYPjBe5fujccyILnToex7N5VtQ/s320/Tiburones.JPG" /></a> </div>
<div class="separator" style="clear: both; color: #274e13; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; color: #274e13; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">El siguiente ensayo puede o no leerse —depende de la osadía de cada quien— con cierta música de fondo. Quien se anime, píquele en la flechita:</span></div>
<object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=18a75a4" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
«Sumérgete en su mundo de poder y enfréntalos, los tiburones te esperan». </div>
<div style="text-align: justify;">
Me gustaría ir al zoológico, pero está tan lejos. Ya no sé manejar y me da vergüenza subirme al macrobús. Las estaciones son un hangar plateado sin definición geométrica, algo parecido al utensilio con que se raspa el hielo. El diseño que escogieron tendría éxito si lo anunciaran como la nueva versión de una caja de mazapanes. A mi papá le gustan mucho. A mi mamá casi no. ¿Cómo molerán el cacahuate? Me gusta la canela en polvo, pero el cacahuate no. Los últimos que mastiqué tenían tanta sal que me escaldaron la lengua. Tomé agua, salí al jardín y esperé la reacción alérgica.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando tenía 9 años me subí a un árbol de lima, el zumo de la fruta me quemó y la parte interior de mis dedos se llenó de ronchas. Después sufrí múltiples ataques de asma por comer manzanas, zanahorias, jícamas, germinado de trigo y alfalfa.</div>
<div style="text-align: justify;">
Durante un tiempo inhalé salbutamol luego ya no surtió efecto y fui hospitalizada. No acaricio gatos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Si el tiempo es movimiento y yo soy la misma, pero no lo mismo, no me gusta esperar. Cuando conducía les gritaba a los peatones y les aventaba el carro. Ahora en la bici vocifero y golpeo el cofre de los conductores que intentan hacer lo que yo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Si seré lo que soy, sí me gusta esperar. Llego antes de que mis hijos salgan de clases. Sí manejo, el otro día fui por mi mamá a una fiesta, le pregunté cómo había logrado evadir los celos de su esposo e ir. «Le dije: “Voy a trabajar”», me confesó. En ese momento me sentí muy mal, triste y engañada. Ella usó el mismo pretexto en mi infancia. Siempre trabajando. </div>
<div style="text-align: justify;">
Convivo con ella en la comida familiar de los viernes organizada por mi abuela, recibo un par de llamadas suyas y estoy resignada a que no tomaremos jamás un café juntas, no pasará tiempo con mis hijos, no sabrá qué hay de mí.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los tiburones me esperan.</div>Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-66417705612566171702009-07-27T10:47:00.000-07:002009-07-27T10:49:05.556-07:00Nuestro alunizaje<span style="font-size: large;">Rodolfo Sánchez Gómez</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Como había ocurrido en veranos anteriores, las “vacaciones largas” las pasaba con algunos de mis primos en lo que llamamos “la granja”, una quinta de una hectárea fuera de la ciudad, allá lejos, por Los Gavilanes. En la enorme estancia de la casa principal seguíamos en una tele blanco y negro con gabinete de madera (¿Majestic, Philips, Telefunken...?) a Jacobo Zabludovsky y Miguel Alemán Jr., quienes eran nuestras autoridades en astronáutica, enviados plenipotenciarios en Cabo Kennedy. Por las noches, después de haber visto durante el día varias transmisiones especiales “vía satelite”, repasábamos los hechos en el noticiero <i>Excélsior</i>, al frente del cual estaba un señor de apellidos Martínez Carpinteiro, que le encantaba a mi mamá porque cada noche, al cerrar la transmisión, le guiñaba un ojo al decir las últimas sílabas del colofón “nos veremos por ahí, en cualquier parte”. <br />
Las imágenes del 20 de julio de 1969 —que parecían registradas desde la perspectiva de un selenita escondido bajo una roca— no mostraban gran cosa y nuestra imaginación seguramente hacía poético lo que veíamos: un par de momias obesas con cabeza de pecera pegando brinquitos de aquí para allá, dejando sus huellas sobre la doncellez de la superficie lunar; una bandera gringa asida a un tubito enclenque y un artefacto —el módulo lunar del Apolo 11—, que a la distancia de los años parece más el producto del papel aluminio, el gancho de alambre, el cartón corrugado y la cinta canela, que de la tecnología de punta de su época (por otro lado, me dicen que hay más potencia informática en el aparato con el que ahora redacto este texto que en la computadora que manejó todos los datos necesarios para llevar a buen término la misión, ¿será?). <br />
Las imágenes llegaban acompañadas de diálogos, que según Lucho Navarro sonarían más o menos así:<br />
<br />
<div style="color: #274e13; text-align: center;">
HOUSTON: wacha wacha wa wa (scratch) wa (piiip) wachyurstep, royer.<br />
LA LUNA: (piiip) wa wa watiusey (piiip) (scratch) wa wacha wa, royer.<br />
HOUSTON: gatit gatit wacha wacha wa (brrrrrrrrr) wa wa wach (piiip), royer.<br />
LA LUNA: (bzzzz) oquei wa wacha (scratch) yea yea (piiip), royer [...]</div>
<br />
Después supimos que de un <i>wachawacheo</i> similar salió la frase de Neil Armstrong que se convirtiría en el lema de la aventura sideral:<br />
<br />
<div style="color: #274e13; text-align: center;">
“Es un pequeño paso para [ ] hombre, un gran salto para la humanidad”.</div>
<br />
Y sí, aquel año habíamos llegado lejos, pero nuestro mundo estaba entrampado en las broncas de siempre: guerras, revueltas sociales, asesinatos políticos, hambrunas... y uno que otro problema de orden doméstico. Una madrugada, mientras seguramenente algunos nos soñábamos astronautas, el tío Pepe llegó de su consultorio y encontró tapado el sanitario. Nos conminó a reunirnos en ese momento en la estancia: así nos enteramos que era posible limpiarse utilizando sólo tres cuadritos de papel.</div>
<div xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml">
<object height="350" width="425"><param value='http://youtube.com/v/bsbhFR4LR3I' name='movie'/>
<embed height='350' width='425' type='application/x-shockwave-flash' src='http://youtube.com/v/bsbhFR4LR3I'/></object></embed></div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-68083460093418399782009-07-21T19:09:00.000-07:002009-07-21T19:12:21.248-07:00Just Do It (or Post It)<span style="font-size: large;">Rodolfo Sánchez Gómez</span><br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<i>Dream as if you’ll live forever,</i><br />
<i>live as if you’ll die today.</i></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;">Letrero de vinilo recortado, pegado en el medallón trasero </span><br />
<span style="font-size: x-small;">de la camioneta Chevrolet Tracker legalizada [año de fabricación no identificado] </span><br />
<span style="font-size: x-small;">con placas de circulación HYV-8926, avistada en Guadalajara, Jalisco, por la </span><br />
<span style="font-size: x-small;">Prolongación Américas, el jueves 9 de julio de 2009, hacia el mediodía).</span></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Llevar una agenda puede ser una forma de aplazar la muerte; una súplica al destino, que nos tendrá que brindar la oportunidad de desahogar nuestros pendientes. Tal vez por eso nacemos agendados: nuestros padres tienen planeado que en los intersticios del nacer-crecer-reproducirnos-morir, vayamos a la escuela, aprendamos algún deporte y una o dos lenguas (además de la materna), tengamos chamba, abandonemos el nido, les demos nietos y, eventualmente, veamos por ellos cuando ya no puedan valerse por sí mismos, o que paguemos en nuestros hijos el esfuerzo que hicieron por sacarnos adelante. Recordemos a Kipling (con la venia de Aplijsa ):</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #274e13;">Hijo:</span><br />
<br />
<span style="color: #274e13;">Si quieres amarme bien puedes hacerlo,</span><br />
<span style="color: #274e13;">tu cariño es oro que nunca desdeño.</span><br />
<span style="color: #274e13;">Mas quiero comprendas que nada me debes,</span><br />
<span style="color: #274e13;">soy ahora el padre, tengo los deberes.</span><br />
<br />
<span style="color: #274e13;">Nunca en las angustias por verte contento,</span><br />
<span style="color: #274e13;">he trazado signos de tanto por ciento.</span><br />
<br />
<span style="color: #274e13;">Ahora, pequeño, quisiera orientarte:</span><br />
<span style="color: #274e13;">mi agente viajero llegará a cobrarte.</span><br />
<br />
<span style="color: #274e13;">Será un niño tuyo: gota de tu sangre,</span><br />
<span style="color: #274e13;">presentará un cheque de cien mil afanes...</span><br />
<br />
<span style="color: #274e13;">Llegará a cobrarte y entonces, mi niño</span><br />
<span style="color: #274e13;">como un hombre honrado a tu propio</span><br />
<span style="color: #274e13;">hijo deberás pagarle.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
No sé si entre los planes que mis padres tuvieron para mí estuvo el que diera algún día con un poema, dicho o lema que expresara mi código ético o guiara mi actuar. <br />
Lo que sí sé es que nací en una ciudad custodiada —vaya usted a saber por qué— por la justicia, la sabiduría y la fortaleza, a la que nunca deberá llegar el rumor de la discordia, y en la que <i>nisi Dominus ædificaverit domum: in vanum laboraverunt qui ædificant eam. Nisi Dominus custodierit civitatem: frustra vigilat qui custodit eam</i>. <br />
Perla urbana, ciudad de las rosas, además de tradicional (¿señorial?) y moderna. <br />
Cuna de mujeres guapas: </div>
<br />
<div style="color: #274e13; text-align: center;">
No hay ojos más lindos<br />
En la tierra mía<br />
Que los negros ojos<br />
De una Tapatía,</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
y, por si fuera poco, de machos afamados por entrones (si no, pa’ qué traen pantalones), que en la cantina exigen su tequila, exigen su canción, y nunca pierden, y si pierden... ¡pos arrebatan!<br />
(Sin embargo, la maledicencia extratapatía se ha encargado de divulgar que, desde 1956 —casualmente yo nací en diciembre de 1955—, a los varoncitos recién nacidos el partero les introduce en el ano las falanges distal e intermedia del dedo medio de la mano izquierda con el fin de constatar que, si grita, el bebé será mariachi; si patea, futbolista, y si sonríe, joto.)<br />
Desde la tele, el Tío Gamboín me pedía que no le fallara y el Tío Carmelo (un personaje al que recuerdo en blanco y negro) nos retaba: “a ver quién falla, si ustedes o yo... o yooooooohhhh...”. Por su parte, Canelita nos preguntaba cómo nos habíamos portado y si ya habíamos hecho la tarea. <br />
De esa misma fuente emanaron sentencias aleccionadoras:</div>
<br />
<div style="color: #274e13; text-align: center;">
“Si las cosas que valen la pena fueran fáciles, cualquiera las haría” <br />
“El último minuto también tiene sesenta segundos” <br />
“Esto no se acaba hasta que se acaba” <br />
“El que nada debe nada tiene”<br />
“¿Tienes el valor o te vale?” </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Diversos personajes conspicuos han soltado en Guadalajara, a lo largo de los años, frases que han llegado al bronce o calado hondo en la mente del ciudadano:</div>
<br />
<div style="color: #274e13; text-align: center;">
“¡Los valientes no asesinan!”,</div>
<br />
u otras menos afortunadas, de consecuencias atroces, como aquella del que afirmaba que la solución éramos todos y que tendríamos que acostumbrarnos a administrar la abundancia:<br />
<br />
<div style="color: #274e13; text-align: center;">
“¡Defenderé al peso como un perro!”.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Antes, a principios de 1970, pasó por la ciudad aquel señor de guayabera, aspirante a la Presidencia de la República, diciendo que la cosa era pa’ riba y pa’ delante, y años después se placeó otro, ése con aspecto de gerente de sucursal bancaria de pueblo chico, proclamando que renovaría moralmente a la sociedad.<br />
Asistí a escuelas en las que debí comportarme virilmente (<i>Viriliter Age</i>). No alcancé el beneficio del mantra <i>Spiritus Redimet Materiam</i> porque mi padre, en el segundo de secundaria, me dijo que de colegios de paga él hasta allí llegaba. Así se me comenzó a pedir que trabajara y pensara (en ese orden).</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRGpz2o9KhtsvMNWC3m50zC89baiPqnC2IyPxUIWpOLsQkSATTbof-7dPe-k8q5LSAD0jXez3xJErVnJ2LsF3u3OA9ndf1eb4npkp_5-FuQrS7yUhkePeFHRj0xPeHktz-FPVPeg/s1600-h/T%C3%ADo+Carmelo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRGpz2o9KhtsvMNWC3m50zC89baiPqnC2IyPxUIWpOLsQkSATTbof-7dPe-k8q5LSAD0jXez3xJErVnJ2LsF3u3OA9ndf1eb4npkp_5-FuQrS7yUhkePeFHRj0xPeHktz-FPVPeg/s320/T%C3%ADo+Carmelo.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
</div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-68269350962880793802009-03-07T20:47:00.000-08:002009-03-07T20:52:44.464-08:00Si no fuéramos tan buenos para olvidar...<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBWs-BA55Wwi2ARd70gcTSPFGTc1KQiZlzH4rMEccqNLLIkw8IO-LFjWFEkiuNfK4Pf8aakGAu4yrHrld1E498Md-GG220nuUrYTswqhoB0KrzKwOZAuHo6czofkI7_sxP8Ma17g/s1600-h/Gol.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 248px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBWs-BA55Wwi2ARd70gcTSPFGTc1KQiZlzH4rMEccqNLLIkw8IO-LFjWFEkiuNfK4Pf8aakGAu4yrHrld1E498Md-GG220nuUrYTswqhoB0KrzKwOZAuHo6czofkI7_sxP8Ma17g/s400/Gol.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5310675259728419266" border="0" /></a><br />Esta foto fue <span style="font-style: italic;">posteada</span> originalmente para acompañar el ensayo «Gol», de Maribel Mandarina, <a href="http://eltubodeensayo.blogspot.com/2008/05/gol.html">que pueden leer aquí</a>. Pero, como el otro día salió en la plática (en el grupo de los viernes, a propósito del ensayo que Ramón nos leyó, y que iba sobre un entendimiento virtuoso del olvido como la forma mejor que el mexicano tiene de sobrevivir), pensamos que no estaría de más colocarla más a la entrada del <span style="font-style: italic;">blog</span>.<br /> Como se anotaba en ese <span style="font-style: italic;">post</span> original, la foto no es precisamente de un gol, sino de un gol que no fue tal. La tomó el fotógrafo Fabricio León en el instante justo en que Hugo Sánchez (gracias, Hugo) falló el penal decisivo que sacó a México del Mundial de 1986. La escena es del Salón Corona, de la Ciudad de México, y ahí se exhibe como un mural que dice mucho sobre esa forma mexicana de la fatalidad conocida como el «ya merito».Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-42336224480265660892009-01-29T11:18:00.001-08:002009-01-29T11:29:09.867-08:00Lars Von Trier, el último profeta<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><span style="font-size:large;">J. Igor I. González A.</span><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgasJEH6MPuN9JRVz0hI2_Rs3Dvj_g5XgkDC-42V7yLXE8YYrSJNsnG0yIRMYoneX1pXlj9BIb5iJwGpsQ56XLhaOWohwaVccs8hQS66AEEXK3pqoeGA86wLNKJ9Ir3QjTiF6BjDA/s400/Dogville.jpg" border="0" /></div><div style="text-align: right;"></div><br /><i><br /></i><div style="text-align: right;"><span style="font-size:x-small;"><i>He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.</i><br />Apocalipsis 16:15<br /></span><span style="font-size:x-small;"><i><br />Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.</i><br />Mateo 16:27 </span><br /></div><br /><div style="text-align: justify;">¿Qué se obtiene si pasamos por el crisol de la posmodernidad del séptimo arte una profecía anunciada hace poco más de dos mil años? Una posible respuesta se encuentra en <i>Dogville</i> (2003), el primer pilar de la trilogía <i>Estados Unidos: tierra de oportunidades</i>, de Lars Von Trier <span style=";font-size:x-small;color:red;" >(1)</span>. El guión perpetrado por este genial director se fundamenta en una estética minimalista y oscura que invita a participar al espectador de manera profunda en la creación misma del filme. Más allá de unas actuaciones más o menos aceptables (habría que destacar quizá a Zeljko Ivanek por su interpretación de Ben), la intención intersubjetiva de Von Trier se pone de relieve al mostrarnos un mundo en el que las fronteras entre lo público y lo privado son inexistentes, por lo menos para la audiencia. De este modo, es el espectador quien crea [en el imaginario] los muros, las puertas, las calles, y toda demarcación que parcela lo cotidiano: mientras que para los actores dichos elementos tiene existencia real, nosotros somos transformados en ojos omnipresentes, omnisapientes y ubicuos (casi encerrados en una pirámide, como en los billetitos verdes gringos). En este desafío intersubjetivo que obliga al espectador a ser partícipe en la manufactura fílmica se ponen de relieve, ya, los cortes «espiritualistas» y las evocaciones de «lo divino» que subyacen a buena parte de la propuesta de Von Trier. Es una suerte que el tratamiento que el filme hace del tema sea extremadamente ácido y no moralino, lo cual requiere una buena dosis de talento para no caer en una exposición vulgar de la miseria humana. Veamos pues, en qué podemos fundamentar una posible respuesta a la pregunta con que inicia este texto.<br /> En primera instancia, recordemos que el prólogo nos muestra a una comunidad (convertida en Gran Sanedrín) que es obligada a enfrentarse con una serie de dilemas morales, condensados en la figura de Tom Edison Jr (Paul Bettany), pseudoescritor y autonombrado líder espiritual de Dogville, un pueblito perdido en las montañas de Colorado, allá por la década de los treinta, en el siglo XX (época de tribulaciones y depresiones terribles, según cuentan). Con el desarrollo del filme, Tom se va convirtiendo poco a poco en una especie de Juan el Bautista, en un anunciador del regalo de la Gracia Divina. Para recibirla, a la comunidad de Dogville sólo le falta <i>aceptación</i>, algo de humanidad piadosa, y Tom sólo necesita un buen ejemplo para demostrarlo. Precisamente, Grace llega como caída del cielo, y tal como reza la vistosa profecía del epígrafe, ella aparece como un ladrón. No es gratuito que el personaje interpretado por Nicole Kidman se llame Grace, y que su primera entrada en Dogville sea para robarle un hueso a Moisés, el perro. La referencia hecha por Von Trier tiene un giro interesante: la profecía anuncia la segunda venida del hijo del hombre, pero nunca señala que aquél va a regresar encarnado en una mujer. Cabe mencionar que esto tiene resonancias con concepciones filosóficas acerca de un dios hembra que trascienden los límites de este texto (pero que abren otras vetas de exploración).<br /> Así, ante la insistencia de Tom, la comunidad de Dogville en pleno acepta poner a prueba la presencia de Grace. Debido a la recomendación de Tom, Grace se dedica a hacer labores que en el pueblo «nadie necesitaba». Ello con el objeto de apelar al lado humano tanto de la comunidad como de Grace. Vemos entonces que la Gracia Divina es colocada en una posición de subordinación con respecto a lo que ella supone sus inferiores. Recordemos que Grace llega al pueblo investida en un manto lúgubre pero elegante, que la diferencia del resto de los habitantes. Sin embargo, ella asume gozosa hasta las tareas más innobles (como limpiar la suciedad de la hija de la sirvienta del pueblo). Esto hace referencia al famoso lavatorio de pies que Cristo hace a sus apóstoles para demostrar la virtud de la humildad. Debido a la posición privilegiada que tenemos como espectadores, nos damos cuenta de las transformaciones de la intimidad que experimentan los habitantes de Dogville: sus lazos se estrechan, y la vida comunitaria deviene armónica, feliz y radiante. Hasta que llega el comisario y coloca, en la iglesia, un cartel donde se anuncia la desaparición de Grace (¿simbolizando el propio extravío de la humanidad que busca sin cesar la gracia divina? Ello tendría un aspecto aún más trágico). Este evento sitúa a la comunidad de Dogville frente a un dilema que los va atravesar hasta el fin de la película: seguir con la reconfortante presencia de Grace en el pueblo, o entregarla a sus enemigos, quienes están prestos a crucificarla. La segunda venida del comisario, ahora ofreciendo una jugosa recompensa por Grace, agudiza los ya de por sí filosos bordes del problema (y no es gratuito que sea hasta la <i>segunda venida</i> en la que se desatan los eventos de mayor tensión del filme).</div><div style="text-align: justify;"> La presencia de las manzanas, durante buena parte del filme, tiene una resonancia demasiado evidente en la literatura clerical como para abundar en ella. Luego de secuencias en las que Grace es convertida involuntariamente en adúltera, y se va hundiendo en una vorágine de humillaciones por parte de Chuck (una magistral interpretación de Stellan Skarsgard), Tom decide que es hora de que Grace escape. Para ello le pide a Ben que se la lleve del pueblo en <i>un camión repleto de manzanas</i>, por diez dólares (¿Judas y los treinta denarios de oro?). Durante el trayecto, Grace se come una manzana y se queda profundamente dormida. Hasta que es despertada por un terrible ladrido de Moisés, el perro de Chuck. Grace se da cuenta que aquellos a quienes creía sus amigos la han traicionado, la han condenado a llevar una pesada cadena al cuello, la cual simboliza, en última instancia, los propios pecados de los habitantes de Dogville. El desarrollo posterior de la trama enfrenta de manera terrible a Tom consigo mismo, con la miseria de su propio fracaso. Ante la incapacidad de soportarlo, éste decide entregar a Grace al gangster que, en un principio, la estaba buscando: ese hombre todopoderoso, el Gran Otro Lacaniano que encarna al Nombre-del-Padre, al cual no le veremos el rostro sino hasta el final de la cinta. Después de una relativa calma, la llegada de la comitiva gangsteril a Dogville se torna en todo un suceso: el pueblo en pleno sale de sus casas a ser testigos de la entrega de Grace. Ésta ingresa al auto y dialoga con su Padre, quien la inviste con todo el poder (tal como lo relata la otra biblia, la que narra las crónicas de Urantia). Los injustos habitantes de Dogville no olvidarán nunca esa tarde, la de su propio y particular día del Juicio: su Armagedón). Definitivamente, Lars Von Trier es un genio profeta y visionario posmoderno que nos narra, en buena medida, la segunda y deseperanzadora venida de Cristo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:x-small;"><span style="color:red;">1.- </span>A <i>Dogville</i> le seguirían <i>Manderley</i> (2005) y <i>Washington</i>, la cual se tenía proyectada finalizar para el 2009, pero todo apunta a que la cinta seguirá en producción por más tiempo. </span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-66518893711343967102009-01-27T11:10:00.000-08:002010-02-05T08:54:59.762-08:00Un mundo maravilloso, o la ideología hoy<br />
<span style="font-size: large;">J. Igor I. González A.</span><br />
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<a href="http://www.unmundomaravilloso.com.mx/galeria/002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="http://www.unmundomaravilloso.com.mx/galeria/002.jpg" width="400" /></a></div>
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Sí. Por razones que no vienen al caso, y después de haberlo evitado con minuciosidad, finalmente tuve que ver la cinta titulada <i>Un Mundo Maravilloso</i>, dirigida por Luis Estrada. Desde luego, más que otra cosa, me guió el morbo. Preferí no leer ninguna crítica o reseña acerca del filme, porque no confío en las frecuentes sandeces de los encargados locales de realizar esa tarea. Además, quería entrar a la salita del cineclub «sin prejuicios» [a<i>s if it is possible</i>]. Esperaba una denuncia tipo <i>La Ley de Herodes</i>, y así fue. Las atrocidades del sistema político mexicano quedan expuestas de manera clara, concisa, en el citado filme. La inconmensurable brecha entre la esfera política y la ciudadanía es puesta de relieve por Estrada con un tino certero. Las actuaciones de casi todo el elenco son poco menos que impecables. En última instancia, resulta indignante [y por ende, divertido] reconocerse en más de uno de los personajes. Tanto, que casi la totalidad de quienes estábamos distribuidos en las butacas soltamos una carcajada de vez en cuando. Tristísimo. ¿Por qué? Parafraseando a Clinton, no queda más que decir: «It’s the Ideology, stupid!». </div>
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¿Acaso no se ha convertido en un lugar común afirmar que en estos tiempos postmodernos la ideología es un término rancio y vacío? Tras el derrumbe del socialismo realmente existente, sugerir que cualquier grupo dominante tienen una estrategia que pretende privilegiar una forma de ver el mundo [<i>Weltanschauung</i>] resulta una postura obsoleta y fuera de lugar. Un gran sector de la esfera académica actual [antes izquierdoso y radicaloide] desdeña en su jerga cualquier argumento que tenga que ver con la imposición de hegemonías intelectuales qua instrumentos de reproducción social. Los aparatos ideológicos del Estado ya no son tales —sugieren. Ahora son instancias burocráticas eficientes. Si antes la ideología era vista como falsa conciencia, la (in)acción social se ejemplificaba con el precepto piadoso de: «Porque no saben lo que hacen». La clase social subsumida tenía que ser «iluminada» (<i>i. e.</i> transitar de la conciencia en sí hacia la conciencia para sí) para, tras un proceso revolucionario, liberarse de la prisión ideológica, hacer estallar toda relación de dominación y convertirse en dueños de su propio destino. Devenir en los hacedores de su propia historia. Desde esta perspectiva, pareciera, en última instancia, que cualquier movimiento revolucionario está, en nuestros días, muy lejano. Si esto fuera así, resultaría incuestionable que la ideología ha muerto.</div>
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¿Que viva, en consecuencia, la ideología? Sin duda.</div>
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La película manufacturada por Estrada funciona precisamente, y sobre todo, sin querer, en esta dimensión afirmativa. Es probable que de haberse transmitido hace unos cuarenta o cincuenta años, dicho filme habría terminado en la desaparición o el exilio de todos los involucrados en él. Los mecanismos del poder hubiesen actuado para castigar al culpable y para hacerle saber al pópulo que aquello no estaba bien. En aquel México de antaño, la imposición de un modo de pensar estaba más que claro. Pero hoy, que vivimos en un régimen que presume de una supuesta apertura democrática, la libertad de expresión permite en apariencia que tengamos acceso a ese tipo de información. ¿Cuáles serían las consecuencias que tendrán Estrada y los demás participantes de <i>Un mundo maravilloso</i>? Más allá del probable beneficio económico que ello les traiga, prácticamente no tendrán ninguna en términos políticos. Cada quien es libre de decir y hacer lo que quiera. Nadie impone sus ideas. Frente a esto, algunos podrían decir, casi sin sentir comezón, pudor, o vergüenza, que la ideología ha muerto. Pero filmes como el de Estrada prueban lo contrario. Si antes el precepto que definía la ideología consistía en el «Porque no saben lo que hacen», hoy, como dijera el <i>good old</i> Žižek, radica precisamente en el «Porque lo saben, y aún así lo hacen». ¿Qué quiero decir con esto? Que la dimensión verdaderamente aterradora del funcionamiento de la ideología consiste en la ilusión de una libertad democrática. ¿Acaso el gesto más autoritario del régimen no consiste en permitir que pasen películas como esa? Recordemos que incluso la acción más subversiva tiende a legitimar un orden establecido. El papel que juega <i>Un mundo maravilloso </i>es estrictamente homólogo al que desempeñan los pseudocumentales de Michael Moore. Si no, ¿cómo explicar que al salir de las salas cinematográficas, los cineclubes, o de plano, desde el sofá siutado en la sala de casa, después de observar detenidamente un filme como el de Estrada, no nos levantemos en armas? ¿Cómo es posible que digamos con una sonrisa irónica dibujada en el rostro que el gobierno apesta? ¿En dónde queda nuestra indignación cuando le pagamos al <i>viene-viene </i>que medio nos lavó el auto mientras nosotros nos tomábamos un <i>frapuccino venti</i> con crema batida en el Starbucks, luego de haber visto la mencionada <i>peli</i>? La respuesta a estas interrogantes es clara: es la ideología, estúpido. Con más precisión: es la más aterradora forma de ideología: porque lo sé y aún así lo hago. Alguien debería prohibir películas como Un mundo maravilloso. No representan sino la cara más autoritaria del régimen y, para colmo, contribuyen a legitimarlo disfrazándose de denuncia. Qué asco. </div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-78629952300662005792009-01-19T12:46:00.000-08:002009-01-19T12:59:34.586-08:00«Corren los caballitos...»<div style="text-align: justify;">
Bien lo supo Cri-Crí: «Corren los caballitos / los grandotes y los chiquitos...». Pero <i>no vuelan</i>. Quién sabe a cuento de qué —¿alguien recuerda por qué salió el tema?—, en el grupo de los jueves caímos, hace unos días, en la cuenta de que los cuacos, cuando galopan, siempre tienen una pata en el piso. No como en este cuadro de Gericault:</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixDg647Qv-mk5I3TzIBwOEq1mEGMcYDiI3K67JKMtTR4uNDOID4_L29lnwYUBSW0qL9oOOQji6y3zwzm_Jwzy4QBFVejQkeFdz-yiHeMBQee758z5I4EdVCHQFAoNjhSSSC_4lSA/s1600-h/Jean_Louis_Th%C3%A9odore_G%C3%A9ricault_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixDg647Qv-mk5I3TzIBwOEq1mEGMcYDiI3K67JKMtTR4uNDOID4_L29lnwYUBSW0qL9oOOQji6y3zwzm_Jwzy4QBFVejQkeFdz-yiHeMBQee758z5I4EdVCHQFAoNjhSSSC_4lSA/s320/Jean_Louis_Th%C3%A9odore_G%C3%A9ricault_001.jpg" /></a></div>
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Sino más bien, como se demostró gracias a los avances de la fotografía, según se aprecia en esta secuencia: </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimGT0QJf_RLsYF4JEQ_f-2VKE_M46FU1PT5vuayoFy9kzZ_Js2pvQAY5v-Gng6ddEyaqsokfGK8hKiNWsiGaRab81UqweL6Y2PUg1r1TV1hYupwVV4_PmoXGIuScgAj6h2Lew1dQ/s1600-h/Le-galop-de-daisy.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimGT0QJf_RLsYF4JEQ_f-2VKE_M46FU1PT5vuayoFy9kzZ_Js2pvQAY5v-Gng6ddEyaqsokfGK8hKiNWsiGaRab81UqweL6Y2PUg1r1TV1hYupwVV4_PmoXGIuScgAj6h2Lew1dQ/s320/Le-galop-de-daisy.jpg" /></a></div>
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Para más información (gracias, Édgar, por ayudar a despejar estas ociosidades), Wikipedia nos puede ilustrar: nomás <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Eadward_Muybridge#Stanford_and_the_galloping_question">denle <i>click</i> aquí</a>.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-1143692381303566392008-11-01T08:10:00.000-07:002008-11-01T18:21:01.057-07:00El Café San Marcos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/7153/2149/1600/SM.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/7153/2149/320/SM.jpg" alt="" border="0" /></a>Es posible que el Café San Marcos, en Trieste, sea la realización <span style="font-style: italic;">espacial</span> del ensayo literario: un territorio donde sólo hay que dejar a la escritura tomar el dictado del azar —de la vida que pasa, qué más. Esto, claro, de confiar en Claudio Magris, en cuyo libro <span style="font-style: italic;">Microcosmos</span> consta el registro de cuanto la inteligencia y la imaginación pueden encontrar en un espacio así.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/7153/2149/1600/magris.0.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/7153/2149/320/magris.0.jpg" alt="" border="0" /></a>"Usted está completamente despeinado. ¡Vaya al aseo a arreglarse!"</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-87495239957038443472008-10-22T20:26:00.000-07:002008-10-22T20:51:52.995-07:00Escargot<span style="font-size: large;">Édgar Mondragón</span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJdZ-b-PQI70-ZI0m_86X9mKv4R4YqUHwzuUrCzmsET3RL4fGJ75JUaiVxxrmc7fNerVZA4e63D-tXBYnKqJa6cNRH6uZeeupcTAQ_NaE5bgVayQXpiEQ8jL8-_yzOokTahrLGbw/s1600-h/Escargot+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfFhnwCDYQK0sP5EBF1-ihnUaRAhZttmjWmpMMMg8tW2Y-XQme_jS8-NlW4jrP_2eJUTG29W4F6779mfO7qJBul2EmCa52DHAZOoL6xFYOD_JI43ww7OyDm6MzdsUvVV9y-_2NZA/s320-r/Escargot+2.jpg" /></a></div>
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Con la resulta de que apareció un caracol en la cocina. Repugnancia. Claro, en algunos de nuestros territorios del imperio habrá quien asocie, gustosamente, cocina y caracol. Pero que los bárbaros anden en sus andrajos de piel no significa que debamos uniformar a nuestros centuriones cual salvajes. Tampoco habría por qué pensar culinariamente de un baboso enconchado.<br /> Lejos de fijar mi preocupación en la barbarie alimenticia de la Galia, lo que me inquieta es la impune llegada sin invitación del molusco. Uno vive en la idea de que la reja y el interfón, esos regalos del dios a nosotros los hoscos, dan la primera línea de defensa. Después de todo, elegir vivir en un condominio cerrado es una decisión que busca, principalmente, evitar las visitas indeseadas. Es esa idea moderna de seguridad medieval —el castillo — la que nos une a los condóminos. En la próxima reunión de vecinos pienso hacer la moción de crear zanja con agua y reptiles para de una vez alejar, incluso, a los insufribles repartidores de volantes. De ahí el drama: ¿cómo ha hecho este animalejo para burlar nuestras protecciones? <br /> Vuelvo a fijar la mirada en el invasor. Cínico. Ni se inmuta. Es consciente de tener el dominio del terrirorio. A mí me da asco sólo imaginar cómo lo despego del cristal de la ventana en la cocina, al que se ha fijado y del cual ahora es dueño.<br /> Y así como se ha pegado al vidrio, así se me han adherido ideas sobre su advenimiento.<br /> Tengo la certeza de que lo ha planificado. Que, sabedor de mi disgusto por su especie, ha elegido venir precisamente a plantarse en esta ventana, de este departamento, en este edificio. La maldad absoluta encerrada en un caparazón. Sí, se podría decir que no es posible que un caracol pueda decidir llegar aquí, y mucho menos que lo haga, especialmente, para molestar a alguien. Pero yo creo en los actos de voluntad de los moluscos. El animal sabe que llega a un lugar al que no pertenece. Y aun así ha decidido venir aquí. Porque puede. Admito que admiro al molusco pegado y preparando el sueño invernal, sin prestar atención a mi enojo. Eso demuestra que quiere estar ahí y asegura que no va a estar quejándose porque el destino lo ha dejado atrapado en un jardín.<br /> Paso la vida platicando con otros babosos que creen fuertemente que jamás podrían salir de su hábitat. Y esperan a que alguien cuente una fábula (vaya, algún cuento infantil de pequeñas bestias antropomorfas y salivosas) para armarse de determinación y así poder salir de su lugar predestinado. ¡Caracoles!<br /> Las ideas son así de simples e inesperadas: caminan lentamente, llegan al cristal de la conciencia, se pegan y de repente podemos verlas a través de la ventana. Nos han invadido.<br /> Ahora, si la idea es francamente una babosada, no veo por qué dejarla pegada.<br /> Aun nosotros, que estamos hoy adheridos en esta ventana de vida, tendremos esa dosis de olvido cuando llegue una mano invisible a despegarnos.<br /> En tanto sucede eso, en legítima defensa, preparo la sal.<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-35477444651241731952008-10-21T22:49:00.001-07:002008-10-21T22:49:04.297-07:00El discurso de Chris Hedges<div xmlns='http://www.w3.org/1999/xhtml'><p><object height='350' width='425'><param value='http://youtube.com/v/SAWMgYyAtHU' name='movie'/><embed height='350' width='425' type='application/x-shockwave-flash' src='http://youtube.com/v/SAWMgYyAtHU'/></object></p><p>Hace un par de semanas platicábamos, en el grupo de los viernes, sobre la lectura de «El rival de la guerra», el discurso pronunciado por el periodista Chris Hedges en una ceremonia de graduación en Rockford, Illinois. (Compañeros de los jueves y de los lunes: seguramente lo recordarán). Dayanna nos hizo ver que, en adelante, convendrá siempre asomarse a internet para completar la información. Aquí está el video, para que escuchen los abucheos y aprecien las reacciones que sólo conocíamos por escrito.</p></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-11649562131043799482008-10-09T19:59:00.000-07:002008-10-09T20:05:11.825-07:00El arte de mirar<div style="text-align: justify;">
El ensayista, como el pintor, mira la vida, y se pregunta. Como lo hace, pongamos, el español Antonio López García. Aquí van tres cuadros suyos. Para saber más: <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_L%C3%B3pez_Garc%C3%ADa"><i>click</i> aquí</a> y <a href="http://www.elpais.com/articulo/cultura/he/decidido/vida/elpepicul/20080403elpepicul_1/Tes"><i>click</i> acá</a>.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8C-lB-GQ959O1QTMS-leGISQgqJol0lJczJT1M9jHtzZ9MAh1NKgziz6LrEpZ4N-1RbG4hRF9LnpgeX6Wbqw4OEnnIEQlWHUszTpMVVCfqSFL4piBNbHeRlr2qxt6rmTIAiE4ww/s1600-h/Antonio+L%C3%B3pez+Garc%C3%ADa+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1kPaVUmXhb5X31Vy0aTlm80QGUXKyEcz-26AosV-SjK2M0bxetUtRE9PsV_jrkGwGFs1K4gr9Sivs2D-chwlU5qqKLcqoiFMqcAJ_5C5Jr4yxd8CM4U823BxcthSJfeGOMmqjdA/s400-r/Antonio+L%C3%B3pez+Garc%C3%ADa+2.jpg" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6U2ne60fiFkw1MSgJf7MGb8Pb2FDTejmHWoAv1wZR44Pt5T7kijQfvbgRWNWjaUy4UYCy7UmlM6smddhFXhv2FEqNbT6H5JWebgUz_KFJcQPTebBfFh8Amg3upGDKTM5YA31elg/s1600-h/Antonio+L%C3%B3pez+Garc%C3%ADa+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhc1lUBsbnsCA-2AItD99aejvullRk74Wkl6VAwgDGRQFfL2VCPsmaHPvl6lgNFM7IiIq7vEiQixruhaI9TNycsXKt4yiW4faflkxfKj1XxYVlnM77k7OPOLMlsDqYMynUqbb_ekw/s400-r/Antonio+L%C3%B3pez+Garc%C3%ADa+1.jpg" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVgEhVQZPxFAOf39313QA_pfQnF5YfXiyuy9Vgz_BCxLw-ZB3FXwT7a0SHobuLPw0l_DfzmJ4MJXvh83ysNVxmGgL4um8DqXf77OZwXmZ-eBft_fKlBEkH2fjwUMko8ZyKJEg9TA/s1600-h/Antonio+L%C3%B3pez+Garc%C3%ADa+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXkerugeaDf2iNLRk_1ScD4FgAW1YwbpKwWFEf7tCUZW8vx-9-5oe1qDGOOYRnevT4FDkfugHeciTEoqgJaocAja47dq_KKPXwNQPzP6bv97FfGynFVI-wUcUTBUFYqHAHPQmVIw/s320-r/Antonio+L%C3%B3pez+Garc%C3%ADa+4.jpg" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-25584370024801194662008-10-09T19:33:00.000-07:002008-10-09T19:44:42.964-07:00Lo que hay donde no hay nada<div style="text-align: justify;">
A propósito de la lectura de <a href="http://cid-46cad2b93401b026.skydrive.live.com/self.aspx/Lecturas%20%7C5viernes,%20julio-noviembre%20de%202008%7C6/Italo%20Calvino.pdf"><i>Palomar</i></a>, de Italo Calvino, platicábamos en el grupo de los viernes, la semana pasada, sobre las posibilidades de encontrar mediante la escritura ensayística lo que llena el vacío. Aquí va una posibilidad paralela, conseguida mediante el lápiz. El lápiz obsesivo de la artista Vija Celmins (<a href="http://www.artnet.com/artist/3803/vija-celmins.html">Para conocer otras obras de ella, <span style="font-style: italic;">click</span> aquí</a>).</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgus6SWyFiR-en4RSZty9LJEmXVRE0OmYUJsZsRV5sElwE_sgylkWsnixLSLLbUq6AV8BxYuPoEgfaZ9EGR2oX656y4q7x0iw1e8vNmD_0zu8S7hRGgZgQqt2LfltzYINF4rIEaMQ/s1600-h/Celmins+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqCJfFNEGTAhelwC7GZDkKV4OhmK7ZNy-C3cj-UojPtcBNq7SQbAA7JCGP3PtWMV5RCPwGigeSXfpci-RKqb12SNwW2mkkUJpqrpgZsublhmfrj21LjZXUlDX61gtV9v_LMEc7Gw/s400-r/Celmins+2.jpg" /></a></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2_WZsP6oVBSY8pwJPRXQQqfgc-CkUeHoiolouYb3YHt92huB5Q8L-YClktbpcPTct4kRzRCBGadgHJ6yhZPM6OFw5wmrsQ4pHGajQM46uAURqPMmHepZuMT3n8jqOEynvl1q1wA/s1600-h/Celmins+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjXU7vU2TuiviKoGTd6PfmPbR8U_CARKH4MZG5tsS22Be1bHTDMXx7YorceyYcqCBzQZ8Hu9w0nHrhTeQjTzdi_D9dmcsNIq35b0qFVX2jn6bfGG5e0uoyZPMFWqklygs8Hecc3w/s400-r/Celmins+3.jpg" /></a></div>
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<img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5027148557143404850" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgo4SDlnlywLw5SQ292qHJlzfZ-QovNqpanBxQPChlPgaMaE3CaT7IqvCHlnB_Ut-gG-o-sKkai6fRaDKeEibSqlU2Us7JAEl7JyVcblZv0REi3CL0VAza88wH5jZ5MXPo8nI6-Q/s400/artwork_images_424149003_261803_vija-celmins.jpg" style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /> </div>
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</div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-21269574.post-1149741234806707902008-10-09T19:30:00.000-07:002008-10-09T19:52:28.156-07:00Con la firma de El Cuervero<br />
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/7153/2149/1600/leCorbu.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/7153/2149/320/leCorbu.jpg" style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></a>«Una casa diseñada por Le Corbusier» es otra de las «fotocopias» de <a href="http://cid-46cad2b93401b026.skydrive.live.com/self.aspx/Lecturas%20%7C5viernes,%20julio-noviembre%20de%202008%7C6/John%20Berger.pdf">John Berger</a>. Es ésta: en realidad, un conjunto habitacional en los suburbios de París, que lleva el nombre del padrastro de André: Villas Lipchitz.Unknownnoreply@blogger.com2